Pescadores, SF
Los pescadores caminaban en un grupo apretado, charlando y riendo entre ellos mientras subían por el camino que conducía a su pueblo. Mientras el grupo caminaba, sus presas se balanceaban y empujaban en sus manos. Cada pez era un espécimen único, con colores y patrones que coincidían con su pescador.
Mientras los pescadores caminaban, los colores de los peces parecían flotar a su alrededor, adhiriéndose a cada ser como un manto. Los colores eran brillantes y vivos, con vida propia.
Mientras caminaban, los pescadores cantaban una canción tradicional taína, sus voces subían y bajaban en armonía con el suave ritmo de los colores flotantes. Fue un momento de pura alegría y unidad, una celebración de la generosidad del mar y la fuerza y resistencia de su gente.